Desde 2007 no se desarrollaba esta labor de supervisión en los puestos ambulantes
Este mes de julio, una vez retomada la actividad del mercadillo semanal tras levantarse el estado de alarma, no sólo se han tomado las normas sanitarias preceptivas para cumplir con las medidas preventivas frente al COVID-19, sino que se está reforzando con inspecciones sanitarias, en pro de asegurar el correcto funcionamiento de esta actividad, informar a los vendedores de las normas que deben cumplir y velar por su salud y la seguridad de todas las personas que acuden al recinto.
Las labores de inspección las realizan técnicos del Distrito Sanitario Jaén-Sur acompañados por agentes de la Policía Local. “Una supervisión que dejó de practicarse hace años y que, si antes del COVID-19 ya era importante, ahora aún más, porque la prevención, el cumplimiento de los protocolos establecidos y seguir las indicaciones de los técnicos especialistas, es una obligación de todos, y a ello vamos a estar atentos desde el Ayuntamiento por el bien general tanto de vendedores como de compradores” manifiesta el edil de Comercio, Juan Manuel Marchal.
Durante la inspección practicada este mes, se recorrieron todos los puestos del mercadillo, haciendo especial hincapié en los dedicados a alimentación. Así, se comprobó que todos ellos contaban con la correspondiente autorización municipal y certificado de formación como manipulador de alimentos, así como facturas de los productos expuestos.
Los técnicos, recomendaron a los vendedores exponer en lugar bien visible el gel hidroalcohólico del que disponían en el interior de los puestos y que, tras cada transacción con dinero, desinfecten correctamente sus manos.