14 de abril del 2012

Emotiva inauguración del monumento a la Memoria Histórica. Numeroso público abarrotó el Aula Magna de Capuchinos para recordar a las personas desaparecidas por la Guerra Civil y que, en su mayoría, no pudieron recibir una sepultura digna. El acto, que contó con un largo listado de autoridades nacionales, autonómicas, provinciales y locales, se celebró en el interior de Capuchinos por la lluviosa tarde en Alcalá.
Posteriormente gran parte del público se desplazó al cementerio municipal para el descubrimiento del monumento.

A continuación se adjunta la intervención de la alcaldesa durante el acto:

“Compañeros, amigos, buenas tardes y bienvenidos:

Teníamos previsto desarrollar todo este acto junto al monumento de la memoria que hoy vamos a inaugurar. Pero la previsión meteorológica nos ha hecho ser prudentes y llevar a cabo aquí, protegidos, las intervenciones, para después hacerlo junto al monumento.

A este lugar- al que ahora nos desplazaremos- podríamos denominarlo “El Ágora de los Ausentes”. Sobre nuestras cabezas flotan palabras y recuerdos. Flotan y presionan, porque las palabras que salen del corazón no se las lleva el viento.

En esa plaza silenciosa – que después conoceremos- ya no se cambian los rostros con las malas noticias, porque la serenidad y el sosiego están, sencillamente, saldando una deuda. Nadie nos va a debatir en este foro. En este lugar estamos en paz con nosotros mismos y con el pasado. Aquí no hay colores ni banderas. Aquí sólo hay un reconocimiento a los que fueron leales a unas ideas; a los que –a pesar de los años transcurridos- no descansaban en paz; a los que no pudieron ni respirar ni compartir el aire con los que gozaron de privilegios. La pérdida de la memoria es una triste enfermedad. Lo dice una médico.

El mármol donde están estampados estos cientos de nombres emana en estos instantes una apacible calidez. Qué contraste… Cómo puede desprender calor el frío… Los cipreses, sin embargo, siguen apuntando hacia arriba. La justicia siempre es victoriosa.

Los de mi generación supimos por nuestros mayores los horrores de las guerras, el sentimiento repugnante de una pugna entre hermanos. Aprendimos de ellos el respeto, la comprensión y la magistral lección de la tolerancia, que son hoy los fundamentos de una convivencia en paz. Con la beligerancia en el olvido hemos construido- entre todos sin excepción- un país democrático que, a pesar de las dificultades, sigue imparable hacia adelante. Los que forman parte de esta lista espeluznante de la Sierra Sur se sentirían hoy muy satisfechos de los derechos conseguidos, de la participación en la vida pública de gentes de toda procedencia social y política, de las conquistas sociales y del bienestar, la modernidad, la solidaridad, la libertad y la igualdad. Aquellos ideales republicanos son hoy una realidad. Los que forman parte de esta lista escalofriante de la Sierra Sur se sentirían, sobre todo, complacidos y pagados por su sacrificio y esfuerzo.

En este “Ágora de los Ausentes” ya no hay corralillo para los vencidos ni huellas de la represión. Aquí yace solamente el recuerdo de un puñado de leales, que representaron la voluntad popular, hombres y mujeres que defendieron con la palabra y el trabajo sus ideas.

Hay quien afirma que lo de hoy es una provocación; habría que preguntarlo a los que murieron, a sus familias, a sus compañeros, pero, sobre todo, a la conciencia colectiva. Las heridas de la historia no se cierran hasta que no hay satisfacción en todos los sectores implicados. En las guerras nunca hay vencedores ni vencidos.

Hay quien opina que lo de hoy es un desquite vengativo; habría que hurgar en el pasado familiar y comprobar que entre los parientes de cualquiera hubo de unos y de otros.

Hay quien asegura que se está tergiversando la historia; habría que partir de la legitimidad y de una involución golpista, para analizar las raíces auténticas del conflicto. A todos ellos podemos aseverar que todo esto lo tenemos superado. Lo que pretendemos hoy es solamente paz y justicia. Nada más.

Gracias, Paco Martín, por tu empeño y tu trabajo silencioso. Gracias a Juanfri, por el fondo lírico y musical para este acto, y a los que han elaborado el montaje. Gracias Miguel Fuentes, por reflejar de forma tan simbólica y a la vez precisa, el dolor de tanta gente. Gracias, Rafael Hinojosa, por tu decorado lírico. Gracias, Ana López, por tu paciente lección de convivencia. Gracias, Daniel Campos, por tu tesón en un ambiente de contrariedades. Gracias, Paco Reyes, por tu entrega y tu discreta presencia, que engrandece nuestra actuación política. Gracias, querido Antonio Ávila, por tu presencia y participación, que encarece este momento. Tus paisanos nos sentimos orgullosos de ti y de tu trayectoria.
Gracias Micaela por tu compromiso, siempre firme, con diferentes causas.
Gracias al resto de autoridades aquí presentes. Gracias Puri, Gaspar, Felipe, compañeros de la Corporación Municipal, alcalde de Alcaudete, (….) Alcaldes Pedáneos, familiares de los represaliados, medios de comunicación y demás asistentes.

Termino con un fragmento del poema escrito por el compañero de la Corporación Municipal, Rafael Hinojosa, y dedicado, sentidamente, a todos los representados en el monumento de la memoria:

“Descansad ya con vuestra biografía recordada, con vuestro llorar  recogido en las cunetas,
descansad ya -ciudadanos de la guerra- libremente libres,
descansad junto a la paz de los olivos y el silencio de los dioses,
en este paisaje limpio de odios y rencores, con una mirada nueva.

Aquí y ahora, junto a todos los alcalaínos que mueren y se despiden”.