La medida, que busca dar respuesta a la preocupación vecinal existente, se debatirá en el próximo pleno municipal de forma inicial, estableciendo áreas de protección de 3 y 5 kilómetros en torno a cualquier asentamiento del municipio, en las cuales no se podrán construir plantas de biometano
El alcalde, Marino Aguilera, ha anunciado una modificación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el objetivo de regular la instalación de plantas de biometano, biomasa e hidrógeno verde en el término municipal. Esta decisión se adopta como respuesta a la falta de regulación e inquietud ciudadana surgida en las últimas semanas en torno al proyecto de construcción de una planta de biometano en el paraje de La Aduana, actualmente en fase de evaluación de impacto ambiental.
Aguilera ha recordado que el pasado 17 de octubre se publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) el trámite de autorización ambiental para dicha instalación, que prevé el tratamiento de entre 100.000 y 150.000 toneladas de alperujo y ocuparía una superficie aproximada de 150.000 metros cuadrados de suelo rústico. Este proyecto forma parte de las 23 plantas de biometano anunciadas en la provincia de Jaén y las 70 previstas en Andalucía.
Desde la publicación del anuncio, ha sido notoria la preocupación vecinal por los posibles efectos de la planta sobre el entorno, especialmente en las Casillas de Mures, Mures, Ribera Baja, Ermita Nueva y Santa Ana. Entre las principales inquietudes, los vecinos han manifestado dudas sobre las distancias respecto a los núcleos habitados, la emisión de olores, la necesidad de agua, el tránsito de vehículos, los efectos sobre la salud y el medio ambiente y la posible utilización de otras materias primas distintas del alperujo.
Ante esta situación, el alcalde ha señalado la ausencia de una normativa autonómica o estatal específica para este tipo de instalaciones, lo que genera un vacío legal en materia de distancias, olores y procedimientos administrativos. En ese sentido, ha explicado que “la única herramienta con la que cuenta el Ayuntamiento es la modificación de su propio plan general urbano, vigente desde 2005, para dar respuesta a esta nueva realidad industrial”.
La propuesta de modificación, que se elevará al pleno ordinario del próximo 25 de noviembre, contempla las siguientes medidas:
-Plantas de biometano de origen animal (purines, gallinazas o estiércol): deberán situarse a una distancia mínima de 5.000 metros de cualquier asentamiento del municipio.
-Plantas de biometano de origen vegetal (como el tratamiento de alperujo): deberán ubicarse a una distancia mínima de 3.000 metros, conforme a lo previsto en el reglamento que desarrolla la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) en cuanto a incidencia territorial.
-Prohibición de macrogranjas en todo el término municipal.
Esta modificación del PGOU puede ser objeto de cambios durante su tramitación en exposición pública, periodo que se abrirá tras su aprobación inicial para la presentación de alegaciones por parte de colectivos, ciudadanía y administraciones competentes. Además, se suspenderán automáticamente durante un año, prorrogable hasta tres, todas las solicitudes o licencias relativas a actividades afectadas por esta modificación.
El alcalde ha subrayado que, hasta la fecha, ningún proyecto de planta de biometano ha sido registrado oficialmente en el Ayuntamiento. Asimismo, ha reafirmado el compromiso del gobierno local de “actuar con transparencia y responsabilidad, garantizando la seguridad jurídica y el respeto al entorno y a la salud pública”.
Con esta iniciativa, el Ayuntamiento pretende dotar de un marco normativo claro y propio a Alcalá la Real frente a las lagunas legales actuales, asegurando un equilibrio entre el desarrollo industrial y la protección ambiental y vecinal.

