Como en el resto de aldeas del municipio las chapas que denominaban el nombre de las calles se están sustituyendo por placas de cerámica
Las áreas de Patrimonio y Obras y Servicios trabajan de forma coordinada en la sustitución de placas que dan nombre a las calles de las aldeas. Las labores, que comenzaron en diciembre de 2020 en La Pedriza, Charilla, Caserías de San Isidro y Ermita Nueva y han ido pasando por el resto de aldeas, prosiguen ahora en Santa Ana y culminarán en este 2023 en la ELA de Mures.
El alcalde y concejal de Patrimonio, Marino Aguilera, que ha visitado Santa Ana en compañía de la edil de Obras y Servicios, Mercedes Flores, recuerda que “estos trabajos se han abarcado por fases, invirtiendo cada año unos 5.000€ desde el área de Patrimonio, lo que a lo largo de la legislatura ha supuesto en torno a 20.000€, para equiparar las 16 aldeas del municipio con el núcleo de Alcalá”.
En este sentido, Aguilera pone de relieve que esta iniciativa pretende “corregir una desigualdad que ha existido siempre entre el núcleo urbano y las aldeas, y equiparar unos vecinos con otros” instalando el mismo tipo de placa granadina que existe en Alcalá en cada núcleo rural.
La renovación de placas identificativas de las calles también ha supuesto un trabajo de investigación desde el área de Patrimonio, que ha contado con la colaboración del cronista Domingo Murcia, pues había calles sobre las que existían dudas o no tenían nombre definido, identificación que ahora se ha podido establecer con seguridad.
En el callejero de Santa Ana y Fuente del Rey se están colocando un total de 105 placas de cerámica, con una dimensión de 35,5 centímetros por 29,5 centímetros en su parte más ancha y 26 centímetros en el resto, conforme al modelo existente en las calles de Alcalá. Dichas placas se fabrican en barro cocido chamado de alta resistencia, cocido a 1.000 grados y con acabado esmaltado.