Ignacio Sánchez Yllera, actual miembro del Tribunal Constitucional, ha intervenido en la mañana del jueves en los Cursos de Verano de la UNED en su sede de Alcalá la Real. Según ha afirmado “hay que dejar muy claro que el Tribunal Constitucional no forma parte del sistema judicial, ya que no es poder judicial” y sobre su origen ha asegurado que “surge en los diferentes países después de brotar los regímenes totalitarios en Europa, que salieron, no olvidemos, de las urnas”.
Por ello ha afirmado que “una norma puede ser totalmente respaldada en el Parlamento por unanimidad, y ser contraria a la Constitución”. En suma, “la existencia, el papel del Tribunal Constitucional es eficaz y decisivo, ya que la Constitución se sobrepone a la ley misma”.
A su vez ha dicho que “el Tribunal Constitucional no puede contestar a nada que no se le pregunte, no puede resolver cuestiones por propia iniciativa, solo puede arbitrar si se lo piden. Una idea que a veces no es entendida por falta de cultura democrática”.
En cuanto a la resolución de temas por parte del T.C, ha afirmado que “muchas veces es fruto de la tensión que es consustancial a la democracia, que conlleva siempre una controversia pacífica. El pluralismo es la base de la convivencia” ha sentenciado.
“Otra cuestión diferente”, ha continuado “es saber cómo se deben articular los derechos” y ha puesto como ejemplo “la falta de normas sobre cómo se debe cubrir la información de los juicios por parte de los medios de comunicación, un asunto que es decisión de cada tribunal”.
Por lo que respecta a las funciones del Tribunal Constitucional las ha resumido en tres: interpretar la ley; resolver los conflictos de competencias legales entre las administraciones públicas; y supervisar que se respetan los derechos fundamentales.
JUEZ EN ALCALÁ LA REAL Y MIEMBRO DEL CGPJ
Sánchez -que comenzó precisamente su carrera judicial en Alcalá la Real en el año 1986, y ha pasado, entre otros cargos, por el Consejo General del Poder Judicial- ha continuado afirmando que “los jueces están, estamos en continua servidumbre de la ley”.
Por último, ha señalado que las constituciones “mutan, van cambiando, y una palabra puede significar algo diferente después de un tiempo”. Para ello ha puesto el ejemplo del matrimonio “una palabra que no significa igual en 1978 que ahora en 2013”.