El II Congreso sobre Alcalá la Real, dedicado éste año al profesor e investigador alcalaíno Francisco Martín Rosales, tuvo un gran éxito de convocatoria. Más de cien ponencias se expusieron durante los dos de celebración de este congreso cultural.
A continuación se adjunta la intervención del concejal de Cultura, Rafael Hinojosa, en la inauguración.
“Sean bienvenidos a esta Aula Magna de Capuchinos, escenario de lo que será el desarrollo del II Congreso sobre Alcalá la Real.
Congresistas aquí reunidos, que la Alcalá urbana y comarcal, de la historia y del futuro, la Alcalá de la idea, de la cultura y de la investigación, la Alcalá del patrimonio, la de la cuna y la sepultura, que la Alcalá de todos os salude en estos días de estudio, de reflexión y de convivencia.
¡Salve, ilustre alcalaíno, Don Francisco Martín Rosales!
Cuando me ocupé de la Concejalía de Cultura; uno de los programas más atractivos para mí fue comprobar cómo, de manera alternativa, se sucedían una serie de congresos -distintos y complementarios- que iba dando horma a la huella histórica de Alcalá. Me refiero a los congresos sobre El Arcipreste’; el Libro de Buen Amor, los congresos de la Abadía y de Frontera y los dé los Estudios Locales. Iniciativas de gran significado cultural que puso en marcha la anterior concejala de cultura, Ana Cortecero, a la que desde aquí mando mi recuerdo, mi reconocimiento y mi gratitud.
En esta 2ª legislatura municipal, las competencias universitarias pasaron a la Concejalía de Cultura y, de esta manera, todo se había puesto a favor de la “Alcalá, ciudad de congresos”, expresión que a mí me gustaría que fuese algo más -mucho más- que un llamativo eslogan. Hace diez días, en la rueda de prensa en donde se presentó este II Congreso, dije que “no sólohadie puede amar lo que no conoce sino que -gradualmente- se amará lo que se conozca más”. El conocimiento, pues, de nuestra historia y de nuestras tradiciones, de nuestros orígenes y de nuestro pasado, de lo que fuimos, cómo fuimos y por qué fuimos de una manera y no de otra … Todo ello conforma lo que me gusta repetir de vez en cuando, que el alma colectiva de los pueblos se fragua a través del estudio del tiempo ido, del tiempo que vivimos y del tiempo que estemos construyendo para el futuro. Hablo de tiempo, esa variable que da a la vida intelectual su cronología, su sentido crítico y su circunstancia.
Por eso hoy, con la inauguración de este II Congreso sobre Alcalá ofrecemos un nuevo tiempo para la ciudad. Tempus fugit, decían los clásicos, pero el tiempo también permanece. Y cuando eso ocurre estamos hablando de la historia. Es ella la que nos brinda la memoria del pasado, nos avisa de la realidad del presente y nos invita a proyectar el futuro.
Congreso, Cultura y Universidad forman así un triángulo que, siendo silencioso en su proceso, se hace motivador y patrimonial, exigente y luminoso. Ahí está la herencia que nos legaron todos nuestros antepasados. Hay que seguir insistiendo día a día en que la cultura no es un festejo, aunque deba ser atractiva; no es superficial, aunque pretenda y deba llegar al pueblo; no es algo ornamental que dé brillo y oropel, aunque sea brillante como la luz, atractiva como los ojos de Venus y festiva como la sonrisa de un niño. Necesitamos la cultura sencillamente porque somos, no sólo personas humanas, sino porque también tenemos que ser personas sociales. Esa es su razón y su motivo.
Este Congreso, con especial dedicación (aunque no exclusiva) a las aldeas, servirá para afinar teorías, actualizar datos, refundir programas, reordenar archivos … En resumen, servirá para profundizar en el conocimiento de nuestra comarca. A ello les invito a todos en las tres sesiones en donde presentaremos las distintas comunicaciones.
Mi felicitación de antemano a todos los congresistas por vuestro trabajo que -como el de la hormiga- ni parece, ni se atiende ni se nota, pero que sabemos que está ahí, arañando papeles, minutos y arrebatos cuando descubrimos algo que ha seguido nuestra investigación durante muchos suspiros. Mi felicitación a los señores Comisarios del Congreso, profesores Murcia Rosales y Linage , al Secretario del mismo, nuestro técnico de cultura Sr. Toro Ceballos, y a todos los que han preparado y hecho posible este congreso, Juan Martín, Antonio Aguilera, etc.. Y, mi gratitud en nombre de la Corporación Municipal, es decir, en nombre de la ciudad de Alcalá la Real.
Permitidme un párrafo final para don Francisco Martín Rosales, “nuestro ilustre alcalaíno a quien -merecidamente- se le dedica este Congreso y al que esta noche rendirá homenaje la ciudad entera en el Teatro Martínez Montañés. Resaltar, querido Paco, tu actitud generosa para todo aquello que supone un compromiso con el bien común; tu eficiente labor como investigador local haciendo de ello una apuesta intelectual en tu tiempo libre; tu rectitud moral, haciendo de la ética una forma de vida, y de la vida un ejemplo de conducta. Y ahí me quedo, porque en el homenaje y a través de tu biobibliografía, nos enteraremos de más cosas y nos daremos cuenta de que se te puede aplicar justamente aquel verso horaciano: “exegi monumentum aere perennius”.
Que pasemos todos unas buenas jornadas. Queda inaugurado el II Congreso sobre Alcalá la Real“.